martes, 31 de mayo de 2022

DESTIEMPO DE LAS OFENSAS





Cuento de Oswaldo Mejía
  (Derechos de autor, protegidos)



En las entrañas del planeta, la vida de los Dioses continuaba entre el tedio y la desidia, sin más estimulo que atender sus necesidades básicas, tal como alimentarse y cada vez más esporádicamente, copular con la única hembra. Esta forma de vida, aburrida y monótona, se había convertido en una verdadera tortura… ni siquiera quedaban vestigios de los celos iniciales por los favores sexuales de la única fémina, de quien nunca pudieron resolver su infertilidad reproductiva…

Para combatir la rutina idearon experimentar con los más descabellados juegos sexuales grupales pero sólo los satisfizo por un corto período. La pasión se había esfumado por completo y sin ella, el interés sexual iba decreciendo; ni la desbordante agudeza de TEO era capaz de imaginar algo para revertir esa realidad. A la desidia y el hartazgo se sumó la desazón, la depresión y luego,  la desesperación.

Una noche, contraviniendo las estrictas órdenes impartidas por TEO, los otros dos Dioses varones, se dieron maña para, a escondidas de TEO, salir a la superficie.

Ante su asombro, el panorama que hallaron afuera era muy distinto al que vieron y dejaron aquel día en que tapiaron la entrada a su albergue. A lo lejos divisaron, apenas iluminados por el resplandor cómplice de la Luna, el activo transitar de decenas de seres similares a ADEN y EIV, en un intento por conseguir presas en una cacería nocturna.

Con extremo sigilo se acercaron al grupo, situándose en  un lugar que les permitiera espiar a las criaturas con mayor detalle.  Para su sorpresa vieron que  a pesar de que sus pequeñas estaturas en proporción a la de ellos, las hembras resultaban muy atractivas. El descubrimiento les generó gran exaltación y se propusieron volver a la noche siguiente.

Al retornar a la gran bóveda subterránea, TEO que había descubierto su fuga, los aguardaba indignado pero calmo y sensato. Fiel a su esencia y con actitud casi paternal, esperó sus explicaciones…

-TEO, allá afuera, el mundo está poblado con los hijos de ADEN y EIV. Lograron sobrevivir. Son muchísimos… habitan en las laderas de las montañas, en cavernas que les dan abrigo y protección. Creemos que deberíamos contactar con ellos, al fin y al cabo, somos sus Dioses, nosotros los hemos creado, además ten por  seguro que lo haremos con o sin tu consentimiento.-

Y así aconteció. Noche tras noche, los Dioses volvían a merodear a las criaturas del mundo exterior. Algunas veces hasta el mismo TEO participaba de estas observaciones encubiertas, entendió que entremeterse en la vida de aquellos seres era una manera de ayudar a su creación a superarse y una forma de ayudarse a sí mismos a no morir de hastío.

En principio se trazaron el objetivo de reconocer a las criaturas con cualidades de liderazgo e identificarlas como tales, denominándolas “ALFAS”.

A estos escogidos solían aislarlos y sumirlos en trances hipnóticos y  en ese estado, les transmitían mensajes e información que consideraban de utilidad para su desarrollo técnico, sin obviar lo concerniente a la espiritualidad. Se les instruía en la construcción de armas y herramientas cada vez más sofisticadas y eficaces. Les facilitaron el descubrimiento de métodos para obtener y transportar el fuego, edificar refugios más seguros y acogedores, además de instarlos a rendir culto a los Dioses que los crearon y de los que quizás nunca escucharon, pues era posible que ADEN y EIV hubieran omitido u olvidado hablarles de ellos.

Pero resulta indudable que la atracción que ejerce el transgredir órdenes y reglas era intrínseco a la esencia de estos seudo-Dioses venidos del espacio…

Durante una de las sesiones de observación en que no asistió TEO, los otros dos Dioses varones cercaron y atrajeron a dos de las criaturas hembras y copularon con ellas, dejando sus semillas divinas en las entrañas de estas. Este delicioso juego se hizo usual y repetitivo toda vez que TEO no estaba presente. Muchas de las hembras quedaban preñadas con semen divino y posteriormente se producía el nacimiento de híbridos, con una estatura significativamente mayor, y dotados de un coeficiente mental muy superior al común de las criaturas originales.

A la postre, estos híbridos serían llamados “TITANES” y convivirían con los pertenecientes a  la raza de sus madres que, a la sazón, se les llamaría “Los Normales”. 

Esta actitud deshonesta de los dos Dioses fue radicalmente censurada  por TEO, ocasionando una gran disputa de razones y argumentos que desencadenó en la ruptura de la divina trinidad masculina.

Los Dioses infractores fueron expulsados del refugio apenas con algunas herramientas a cuestas, viéndose obligados a buscar donde construir un nuevo escondite donde guarecerse.

Aunque continuaron con sus vedadas prácticas sexuales con las hembras Normales, habían perdido muchas de las herramientas y facultades para interferir e influenciar en las mentes de la raza humana pues TEO se encargó de eliminarles o al menos disminuirles ese poder, privándoles de llevarse consigo la tecnología contenida en la bóveda-refugio. Ello no les quitaría su deidad, pero serían Dioses errantes, Dioses disminuidos, Dioses castigados; Dioses resentidos ansiosos de reivindicación.

Aquí me permito otra hipótesis: “No importa si tu verdad es auténtica, si eres el vencido, el perdedor, el desterrado, tu verdad será tomada como negativa y siempre perdurará como positiva la verdad del vencedor, aunque esta, esencialmente tenga deficiencias”. Los Dioses desterrados tenían argumentos quizás valederos para haber actuado de la manera en que lo hicieron, pero si TEO y su pareja se encumbraron como victoriosos y quedaron como dueños absolutos de la tecnología y de la bóveda-refugio, tendrían más posibilidades de imponer y hacer prevalecer su verdad como la  más absoluta. Lógicamente este nuevo e inesperado contexto desencadenaría encarnizados conflictos entre ambos bandos de Dioses por captar adeptos para sí entre Los Normales. Sabían que quienes perdieran la hegemonía serían considerados Demonios, por las criaturas que en conjunto, en un pasado crearon.

Ambos grupos, desde sus ángulos y perspectivas continuaron relacionándose e interfiriendo en las mentes de estas criaturas según sus propios cánones, propósitos y conveniencias.

Afuera, el clima varió drásticamente en incontables ocasiones, obligando a Los Normales a evolucionar físicamente hacia diversas etnias, según su ubicación geográfica y las exigencias climatológicas.

Continúa...




(Pieza única. Año 2015. Medidas: 80 X 53 cms. Precio 600 dólares americanos)


2 comentarios:

  1. Cada quién recorre el esférico mundo de acuerdo a sus percepciones personales y experiencias. Saludos cordiales,escritor ,filósofo y artista plástico, Oswaldo Mejía.

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    1. Gracias querida amiga por venir y obsequiarme tu comentario.

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