viernes, 27 de mayo de 2022

LA LOGIA DE LOS INMORTALES




Cuento de Oswaldo Mejía
  (Derechos de autor, protegidos)



Los siete puntos iniciales que venían tras los fugitivos iban creciendo y tomando formas cada vez más definidas. Podían distinguirse nítidamente los alerones de cada uno, al igual que sus puntiagudas narices apuntando su objetivo cual dardos que amenazan con atravesar la musculatura de la razón y las vísceras del alma.

La mujer, absolutamente fuera de control, no cesaba de chillar mientras se revolcaba en un rincón. Los otros dos, afirmados a las paredes de la nave, permanecían atónitos, con los rostros desencajados, mirando  la nada con las pupilas dilatadas desmesuradamente. Es posible que cada uno, en silencio, estuviera expiando arrepentimientos, elevando oraciones a quién sabe qué fuerza divina. Sólo TEO mantenía una pizca de cordura mientras luchaba en el intento por mantener el rumbo de la nave sin estrellarse contra alguno de los planetoides, asteroides y formaciones pétreas o metálicas que vagaban por la gran bóveda del universo.

El pánico había alcanzado los picos límites soportables cuando el más joven de los científicos lanzó un alarido:

- ¡Los Implacables se detuvieron!-

-¡¿Qué pasa?!-preguntó TEO en un grito desesperado pues estaba imposibilitado de mirar hacia atrás, hacerlo sería exponerlos a estrellarse contra cualquier cuerpo celeste errabundo.

-¡Díganme qué pasa allá atrás!-volvió a reclamar ante la falta de respuestas.

Los tres tripulantes restantes observaban por las escotillas constatando con gran alivio que Los Implacables habían abandonado la persecución. Hay tiempo para tragar saliva, menguar la dureza de los rictus y aspirar largas bocanadas de aire. Los corazones aquietaron sus latidos impidiendo el desbocamiento… casi, casi, se comenzaba a tocar un clima de calma.

En ese preciso instante repararon en el silencio de TEO “¿Por qué dejó de interrogar a los gritos? ¿Por qué su repentino mutismo?” Su mudez era densa y pesaba.

La pequeña nave se estremeció de un modo violento.  Repentinamente una magna turbulencia azotó friccionando la parte externa del vehículo, lo cual termino bloqueando la capacidad de las mentes de los fugitivos que no atinaban a pensar en otra cosa que no fuera aguardar la inminencia de una explosión, bien de sus cerebros, o bien de la misma nave que les cobijaba.

Efectivamente, TEO había sufrido la espontánea pérdida del habla. Tenía los labios separados pero los dientes apretados, los ojos desorbitados, las manos y los pies crispados, la espalda, cuello y nuca, adheridos a presión contra el respaldar del sillón de mando. Afortunadamente, su mente aún conservaba la lucidez suficiente para proseguir emitiendo órdenes telepáticas a la nave.

Los otros tripulantes habían caído al piso y se revolcaban en él como gusanos sobre un sartén caliente, tomándose la cabeza con las manos, tapándose los oídos en el vano intento de protegerse del chirrido ensordecedor que ocasionaba el roce de la nave contra la turbulencia. Sólo TEO poseía lectura visual de lo que ocurría y lo enfrentaba desde la estoica convicción de quien se sabe solo y pertinente ante una lucha circunstancial en pro del grupo que lo requería como “Solucionador”.

Los Implacables se detuvieron pues a tiempo advirtieron que delante de ellos había un agujero negro, gigantesco hueco de naturaleza anti-material con capacidad de atraer y devorar cualquier elemento que osara acercarse a su llamamiento succionador, oportunidad que no tuvo TEO, quien en la loca huida no pudo contrarrestar la inercia de la nave llevándola directamente a las fauces del agujero devorador de materia. Ya no había tiempo para auto-culparse de nada, simplemente ignorar la sensatez y a cambio, hurgar entre los dictados que brindan los reflejos. -La vida nos consiente agobiarnos, y caer en la desesperación pero de ninguna manera permanecer quietos ante las adversidades pues será en ese preciso instante que la ley de la selección natural nos señalará como no aptos y nos eliminará por ser incompetentes para continuar en esta brega-.

Por cuánto tiempo se prolongaría esta torturante situación era imposible de calcular. Cuando las emociones son expuestas a situaciones extremas todo se percibe a eternidad. Finalmente hasta la misma muerte, intuyo, debe concluir en paz… y esto también concluyó. Había sido lo más semejante a un alumbramiento: Trauma, dolor, pánico y luego, el demencial sosiego de la incertidumbre, pero sosiego al fin.

La dramática experiencia había culminado. El contexto viró la situación hacia la calma. Ante los fugitivos se presentaba, en contraste a lo recién acontecido, un ambiente tranquilo. Allí refulgían tonos que variaban entre el celeste y  un turquesa tenue. Debajo de la navecilla se alcanzaba a ver una gran esfera flotante cubierta casi en su totalidad por agua y algún que otro aislado trozo de masa continental, pero resultaba atractivo. La quietud seducía y TEO decidió aterrizar.

No hubo palabra alguna, sólo miradas desconcertadas, mentes conmocionadas y cuerpos que se movían por inercia. Así descendieron de la nave. El aire era irrespirable dada la inexistencia de oxígeno, un detalle momentáneo con factibilidad de ser salvado, ya que los cuatro estaban dotados de trajes inteligentes que al instante les proveyeron de elementos para gozar de un hálito fluido.

-Creo que este es un buen lugar para ocultarnos de Los Implacables. Viviremos de manera subterránea pero debemos apresurarnos, es preciso que desaparezca todo rastro de nuestra presencia aquí- Fueron los primeros dictámenes de TEO.

De inmediato y valiéndose de rayos láser más otras sofisticadas herramientas de desintegración, se dedicaron afanosamente a cavar galerías de acceso hacia el subsuelo.

Tras arduos meses de duro trabajo lograron dar forma a una extensa bóveda subterránea de varios kilómetros de extensión, dotándola de luz,  temperatura  y abastecimiento de oxígeno de manera artificial. Elementos necesarios que les permitirían vivir cómodamente, proveerse de alimentos de lo que sembraran y cosecharan, utilizando las diversas semillas que habían traído para tal fin. Concluida esta fracción de su obra, camuflaron celosamente la vía de acceso a lo que sería su escondrijo y amparo. Siempre estaría latente sobre sus cabezas la amenaza de ser hallados por sus perseguidores, una psicosis de la que jamás podrían liberarse mientras tuvieran vida. Más, momentáneamente, estaban seguros… Y la vida hay que vivirla día a día, mientras es posible.

Continúa...





(Pieza única. Año 2015. Medidas: 80 X 53 cms. Precio $.600 dólares americanos)


16 comentarios:

  1. Que interesante llegar a refugiarse que estarán pensando hacer me ha quedado intrigado leeré el próximo capítulo gracias amigo.

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    1. Los link de los demás capítulos están aquí a la derecha. Gracias por tu visita.

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    2. GRACIAS A TI MAESTRO Y LIBRE PENSADOR X LA INFORMACIÓN Y ESTE ESCRITO

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  2. Que bonita imagen 😻😘😻😘

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  3. ¡Siempre fiel a tu estilo, Oswaldo!

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  4. Empecé a leer y no puedo parar. Estoy en el Cap. 3.
    Me gusta mucho tu estilo.

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  5. Soy Rosario Gallardo.
    Del comentario de arriba.

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    1. Muchísimas gracias por estar aquí. Eres muy gentil Rosario Gallardo.

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  6. Reymon-¡Lectura fascinante sobre la telepatía! Su blog profundiza en el intrigante ámbito de la comunicación mente a mente con claridad y profundidad. La forma en que explora diferentes perspectivas y aplicaciones potenciales invita a la reflexión. Es un viaje que expande la mente a través de las posibilidades de la mente humana. ¡Esperamos ansiosamente más ideas sobre este tema intrigante!

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    1. Este cuento consta de ocho capítulos, ojalá puedas er y leer los demas capítulos. Gracias por estar.

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