jueves, 2 de junio de 2022

DAMNATIO MEMORIAE



Cuento de Oswaldo Mejía
  (Derechos de autor, protegidos)



Intentar sustentar una mentira, requiere de una mentira más grande, y bueno esta mentira estaba destinada a ser desmesurada, inmensa, colosal… Y TEO intuía que ya no era posible dar marcha atrás ¿Cómo dejar sin respaldo espiritual a toda la raza de los Normales? No quedaba otra: seguir alimentando la dogmática farsa.

Conspirar contra una verdad tan trascendental obligó a TEO a apelar en primera instancia al encubrimiento de parte de los regentes de la clase sacerdotal, los cuales, aunque llenos de un severo estupor inicial, accedieron a la propuesta.

Valiéndose de trucos y artificios se rescató al seudo-Dios muerto y al herido haciendo pasar como verdad ante el mundo, que ambos, junto a la también fallecida hembra, habían ascendido al reino de los cielos, para desde allí ampararlos, y que un día retornarían.

 En celoso secreto, los sacerdotes convocaron a los Iluminados más hábiles  en las prácticas quirúrgicas para intervenir al Dios herido valiéndose de urgentes operaciones de avanzada cirugía con el propósito de preservar su vida.

Todo estaba dispuesto. Los mejores cirujanos se enfrentarían a la difícil tarea de restituir la salud al Dios moribundo. Lógicamente, ninguno de ellos estaba enterado de que su suerte estaba echada. Sea cual fuera el resultado final, la totalidad de estos galenos serían dados a muerte. No debía quedar testigo ni lengua que hablara de lo ocurrido dentro del quirófano, pues ello bastaría para hacer tambalear la fe y acabar con la creencia de Dioses inmortales que vinieron del cielo para regalar a Los Normales la dadiva de una vida eterna en su reino celestial al lado de ellos… Eso también sería funesto para la clase sacerdotal, pues los dejaría sin argumentos para continuar con sus predicas y su ostentación como mensajeros de la palabra divina, y se verían despojadas de las gollerías adjudicadas hasta ese momento. Este último argumento fue determinante para que los sacerdotes aceptaran contribuir con su complicidad. La mentira estaba instaurada…

Innumerables operaciones de alta cirugía se habían efectuado a los Normales, pero era la primera vez que se intervendría a uno de los venidos del cielo. El primer escollo fue el transfusionarle sangre para restituirle la que había perdido debido a las múltiples hemorragias. Entre la totalidad de los involucrados, ninguno tenía el tipo de sangre que requería el herido, el factor sanguíneo compatible que permitiera una transfusión exitosa.

Cada segundo que pasaba significaba una oportunidad perdida. Y aunque pareciera ilógico y hasta contradictorio, a pesar del antagonismo y la rivalidad que los llevó a este encarnizado enfrentamiento, Teo era el más afectado por el dramático estado de su congénere. Había sentido odio por él; le hubiera gustado darle muerte en batalla. Había sentido regocijo al saberlo derrotado. Más, ahora que lo veía allí… tendido, inerte, moribundo; un gran vacío fue apoderándose de su alma. El odio, los rencores y el antagonismo fueron mutando hacia una profunda sensación de soledad. Pasada la euforia que le provocara el haberse erigido como triunfador de la contienda, ahora reparaba en que, aquel que se debatía entre la vida y la muerte, era lo único en este nuevo mundo con quien compartía su pasado ancestral, su origen. Sabía que a pesar de ser el diseñador de esta nueva realidad, él era un foráneo, un ajeno insertado en este mundo de manera circunstancial. Lleno de impotencia, Teo se postró ante el moribundo y con los ojos empapados en lágrimas, le acarició los cabellos. Con los labios temblándole, cual si se tratara de un tic nervioso, besó su frente con el más sentido amor fraternal; acto seguido, se desvaneció, cayendo al piso completamente desarticulado y casi sin hacer ruido.

Sacerdotes y galenos se apresuraron a socorrer a Teo, quien en estado inconsciente, fue sacado con celeridad del quirófano y llevado a otro ambiente, con la finalidad de reanimarlo.

La intensa carga emotiva vivida en los últimos días había hecho colapsar la resistencia de Teo; ni él, ni su compañera, ni sus congéneres antagonistas eran de naturaleza belicista. No eran guerreros, ni tenían los mecanismos psicopáticos para asumirse como sembradores de muerte y destrucción. Ellos eran, científicos, creadores, constructores; seres sensibles, que por avatares de la vida se habían visto envueltos en una conflagración con tan funestos resultados, lo cual sumado a enfrentarse con la posibilidad de perder al último de su especie y quedarse solo en este mundo extraño y tan lejano a su origen, terminó por resquebrajar su integridad emocional, sumiéndolo en una pérdida de conciencia muy profunda.

Mientras Teo permanecía inconsciente, los cirujanos intervinieron de emergencia al Dios caído que agonizaba por sus heridas de guerra, mas la muerte le sobrevino en plena transfusión sanguínea, debido a la incompatibilidad del tipo de sangre implantada.

En circunstancias muy extrañas, Teo también desapareció; dejando sembrado en la mente de muchos de los Normales el misterio de su partida, como el retorno del Dios hacia su reino natural entre las estrellas.

El legado de aquellos Dioses …que alguna vez cayeron del Cielo.

FIN.




(Pieza única. Año 2015. Medidas: 80 X 53 cms. Precio $.600 dólares americanos)


11 comentarios:

  1. Cuánta verdad nos dejas ver en este episodio Cuantosc encubrimientos han pasado en la histórica todo en nombre de la fe y en todas las religiones exelente amigo saludos

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    1. Nos instalaron la mentira, ante nuestros ojos corrigen y vuelven a corregir, y nosotros seguimos creyéndola como verdad absoluta. Bienvenido amigo.

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  2. Todo es secretismo, misterio, mentira para ocultar otra mentira, seudo-dioses, sacerdotes, iluminados, galenos. Entre todos acaban con el legado de aquellos Dioses que un día llegaron, trayendo entre ellos científicos, creadores, constructores; seres sensibles.
    Una alegoría de la vida de la Tierra.
    Un saludo, Oswaldo.

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  3. Nos velaron su identiidad y propositos con falacias. Gracias por venir querida amiga. Un abrazo.

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  4. Muy interesante de forma y fondo. Saludos cordiales.

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  5. Fascinante! Felicitaciones!
    Lamento no haber podido leer el cap. 6 que no aparece. Si puede publicarlo nuevamente se lo agradezco.

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    1. Gracias por comentar. Te comunico que ya está visible el capítulo 6. Un abrazo.

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  6. Excelente, mis felicitaciones.

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