domingo, 13 de febrero de 2022

BABYLÓN



Ilustración y prosa de Oswaldo Mejía

(Derechos de autor, protegidos)




Si yo saqué dos seis...

¿Porqué, como pago por deuda del juego de dados, aquel babeante imbécil, cuyo nombre es Baal, apenas si me había cedido un rústico banquito de madera? … Me ató de manos, y ahora sentado en este armatoste, en lo alto de la colina, día y noche, quieto cual milenaria roca, sólo me queda observar tu cuerpo reflejado en el agua, mientras los insaciables faunos no cesan de manosear y besuquear la turgencia de tus senos, tus nalgas, caderas y muslos ¡Maldito Baal que me condenó por un milenio más dos años a mirar fijamente tus flirteos incesantes! ¡Estúpido tramposo! ¡Si yo gané en buena lid! ¡La recompensa debió ser tocarte!... ¡Yo saqué dos seis por ti!

He intentado gritar mis quejas y desventuras, pero no pude hallar mi boca, y cuando intenté llorar, no tenía ojos, sólo dos cuencas dirigidas fijamente a ti… a tu figura reflejada en el agua.