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Cuarenta veces soplaron las trompetas del sur, y sólo quedaba esperar que manara miel de las rocas. Fascinados los amantes arañan sus ropas, las van rasgando ante la estúpida ventanita cuyo único protagonismo es su imprudencia. Mientras, el sofocante bochorno hace lo suyo derritiendo los ávidos cuerpos; cuatro muslos empapados de urgencia; cuerpos toqueteándose, queriendo aliviar el peso de sus entrañas; invadir y ser invadido, entregar dádivas y recibir bendiciones.
-¿Acaso es tan interesante la luz?
Dejémoslos que hablen; nunca verán cuánto se iluminan los cielos ante los brotes del convexo, jamás imaginarán el perfume del cóncavo, únicamente habrá la sospecha de que ambos levitaron mientras las trompetas del sur soplaban cuarenta veces.
Eres genial Oswi. Adoro tu obra y te adoro a ti. Bss,
ResponderEliminarPATRICIA BALDAZARI. ERES UN ENCANTO MUJER DE LUZ. GRACIAS POR SERLO. TE ADORO.
ResponderEliminarMe encantó la Literatura. Y la ilustración es mágica. Suave e intensa !! Solo tú,Oswaldo ..
ResponderEliminarElizabeth Michaelis. QUEEN ELIZABETH. GRACIAS POR VENIR. ESTAS EN MI MENTE.
ResponderEliminarQue es más sublime que dos espíritus entregados el uno con el otro que no siquiera se dan cuenta de que tocaron el paraíso exelente amigo gracias
ResponderEliminarGracias hermano.
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