Ahora creo entender ese rictus, que en aquel
momento me pareció de desilusión y decepción cuando al preguntarme, qué camino
había decidido seguir en esta vida, yo le respondí:
-Mi camino ya está trazado. Papá mi camino es el
arte.
El viejo, que era muy letrado, debió visionar
en ese instante “He engendrado un Aureliano más. Otro que vino a sufrir al
mundo con ese estigma de la sensibilidad”.
Tengo en mi memoria grabada la expresión de su
carita surcada por las arrugas que lega el tiempo vivido. Su expresión no debía
hablar de desilusión ni decepción, debió ser de tristeza, al enterarse que su
vástago haría que la soledad se extendiera por más de los cien años.
*- “No puedo hacer nada por ti. Si te sientes
mal, interioriza…Busca fuerzas dentro de ti”. Daría mi vida por acompañarte en
tu peregrinar, pero no tendré vida para el largo camino que aguarda por ti,
hijo de mi alma.
… Y mis manos se fueron, huérfanas de
contención, a arañar el mundo.
He pintado ángeles, demonios, monstruos y
querubines, todos asaltados por la soledad. He narrado miles de historias
absurdas donde seres caminan solitarios por mundos que estaban llenos de otros
seres también vacíos de verdadera compañía.
-Estoy solo, pero estoy aquí …Cumpliendo la
misión que me encomendó el destino.
Será por eso que desde niños aprendemos a ser solitarios y terminamos disfrutandonos y recreando tantos mundos ignotos.
ResponderEliminarLa soledad tiene y da recompensas. Gracias.
EliminarSi expresáramos cada sentir, cada pasaje de la vida tal como llega a nosotros, así como lo que acabo de leer, sería arte original y bello.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por obsequiarme tu comentario.
EliminarY llegamos solos a los 100 años apenas comprendemos el destino de las artes sin imaginar que cada uno es ese hermoso arte 🎨 📖📚
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarInteresante, cada ,quien viene sólo al mundo sólo con su propio ser y se va también . Saludos cordiales querido amigo Oswaldo Mejía.
ResponderEliminarGracias por venir.
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