“LA
VEJEZ ES SOLO UNA ENFERMEDAD, Y NOSOTROS SABEMOS COMO CURARLA”
Con
este slogan empezó a nivel mundial uno de los cambios de percepción de la vida
más radicales: Suplementos alimenticios, regeneradores naturales y también
sintéticos, implantes genéticos, y luego, los trasplantes de órganos saludables
que reemplazarían a los órganos deteriorados. Todos los estudios y avances
médicos se avocaron a estos rubros, desatendiendo a las enfermedades que antes
atendían.
Científicos
y médicos convertidos en mercenarios de la salud, dispusieron sus servicios a
estas prácticas que resultaban extremadamente rentables, y por lo tanto no
asequibles para las grandes mayorías, Las masas padecían y fallecían aquejados
por infecciones y afecciones muy simples, sin opción a ser atendidos o a tener
acceso a antibióticos y medicinas, que se habían hecho inaccesiblemente caras,
pues todas se destinaban al tratamiento de la vejez.
Debido
a que las nuevas corrientes medicas habían copado exclusivamente la
operatividad de galenos y la producción de los laboratorios, y como estos
múltiples servicios requerían de tratamientos integrales, exorbitantes clínicas
y gigantescos laboratorios fueron aglutinándose en colosales emporios de varias
decenas de kilómetros… verdaderas ciudades destinadas a perennizar la
existencia de quienes tenían los medios económicos para costearse estos
tratamientos.
Como un
calco, una de otra, estas ciudadelas médicas iban erigiéndose alrededor de inmensos
círculos de varios kilómetros amurallados por gruesos muros de casi diez metros
de altura. En el interior de estos círculos se montaban infinidad de jaulas
metálicas dispuestas a los flancos de hileras de estrechos pasadizos que se
entrecruzaban formando cuadrados con las celdas metálicas. A estos círculos
amurallados, los llamaban LAS GRANJAS.
LAS
GRANJAS contenían en sus jaulas, a jóvenes, adolescentes, niños, y también
incubadoras con infantes y recién nacidos. Eran la materia prima para los trasplantes
de órganos.
Afuera,
LOS COMUNES, que así eran llamadas las masas de humanos que habían sido
despojados de toda atención médica, eran poco menos que esclavos, dedicados a
labores destinadas a proveer alimentación y comodidades para los SEÑORES, todo ello
a cambio de escasas raciones de comida y albergue. En ese contexto los
regímenes se tornaron en extremo totalitarios donde sólo había cabida para los
poderosos y los adinerados. Los desvalidos apenas si tenían derecho a la muerte
por inanición o por infecciones simples.
A las
mujeres se les arrebataba los hijos recién nacidos, si estos eran considerados
aptos para ser criados en las GRANJAS. Allí dentro se les insertaba de manera
subcutánea unos chips mediante los cuales resultaba fácil y oportuno,
identificarlos para saber qué órganos serían aptos al momento de posibles
donaciones. Llegado el momento podían extraerles las corneas de los ojos,
hígado, riñones, corazón, médula vertebral, cartílagos, tendones, cabello, o
cualquier otra pieza que los médicos consideraran útil para sus pacientes de
turno.
Afuera,
la humanidad en la versión de LOS COMUNES iba deteriorándose y consumiéndose
hasta casi convertirse en una especie en vías de extinción. Ello fue mermando
el flujo de materia prima para los trasplantes. Entonces hubo que recurrir a la
fabricación de estos elementos, de manera artificial. Se empezó a construir
órganos sintéticos. Lo que una vez fuera el sistema óseo, se fue reemplazando
con piezas de metal y plásticos altamente sofisticados y mucho más resistentes,
Así la vida de los pocos escogidos ya no era tan frágil.
“LA
INMORTALIDAD ESTA EN NUESTRAS MANOS, Y NOSOTROS LA PONEMOS A TU ALCANCE”
Amigo Óscar propones un mundo apocalíptico quizás no tan lejano.
ResponderEliminarLa pirámide demográfica está variando y en muchos territorios los viejos superan a la gente joven. No sé si habrá materia prima suficiente para ofrecer productos nuevos a la gerontocracia de tu estupendo relato.
Un abrazo
Gracias por vertir tu comentario amigo mío. Un gran abrazo.
EliminarCaballero Oscuro hermano pareces profeta no lejos de la realidad acaso ya hemos perdido nuestra humildad gracias hermano por execelente relato un fuerte abrazo.
ResponderEliminarUn placer saberte aquí presente hermano mío. Gracias.
EliminarTanto ilustración como relato son de mis favoritos!! Que honor amigo mio! Gracias!
ResponderEliminarHonor el mío, ya que tu bllísima figura es el personaje central de mi obra pictórica. Te adoro.
EliminarEn un futuro no muy lejano veremos estas barbaries ya no queda humanidad. Imagínate se pelean por un trozo de tierra peor será por una vida renovada. Gracias por tu interesante historia.
ResponderEliminarGracias a Usted amigo por llegar hasta aquí.
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