viernes, 17 de febrero de 2023

ESENCIA




Ilustración y cuento de Oswaldo Mejía.


  (Derechos de autor, protegidos)




“LA VEJEZ ES SOLO UNA ENFERMEDAD, Y NOSOTROS SABEMOS COMO CURARLA”

Con este slogan empezó a nivel mundial uno de los cambios de percepción de la vida más radicales: Suplementos alimenticios, regeneradores naturales y también sintéticos, implantes genéticos, y luego, los trasplantes de órganos saludables que reemplazarían a los órganos deteriorados. Todos los estudios y avances médicos se avocaron a estos rubros, desatendiendo a las enfermedades que antes atendían.

Científicos y médicos convertidos en mercenarios de la salud, dispusieron sus servicios a estas prácticas que resultaban extremadamente rentables, y por lo tanto no asequibles para las grandes mayorías, Las masas padecían y fallecían aquejados por infecciones y afecciones muy simples, sin opción a ser atendidos o a tener acceso a antibióticos y medicinas, que se habían hecho inaccesiblemente caras, pues todas se destinaban al tratamiento de la vejez.

Debido a que las nuevas corrientes medicas habían copado exclusivamente la operatividad de galenos y la producción de los laboratorios, y como estos múltiples servicios requerían de tratamientos integrales, exorbitantes clínicas y gigantescos laboratorios fueron aglutinándose en colosales emporios de varias decenas de kilómetros… verdaderas ciudades destinadas a perennizar la existencia de quienes tenían los medios económicos para costearse estos tratamientos.

Como un calco, una de otra, estas ciudadelas médicas iban erigiéndose alrededor de inmensos círculos de varios kilómetros amurallados por gruesos muros de casi diez metros de altura. En el interior de estos círculos se montaban infinidad de jaulas metálicas dispuestas a los flancos de hileras de estrechos pasadizos que se entrecruzaban formando cuadrados con las celdas metálicas. A estos círculos amurallados, los llamaban LAS GRANJAS.

LAS GRANJAS contenían en sus jaulas, a jóvenes, adolescentes, niños, y también incubadoras con infantes y recién nacidos. Eran la materia prima para los trasplantes de órganos.

Afuera, LOS COMUNES, que así eran llamadas las masas de humanos que habían sido despojados de toda atención médica, eran poco menos que esclavos, dedicados a labores destinadas a proveer alimentación y comodidades para los SEÑORES, todo ello a cambio de escasas raciones de comida y albergue. En ese contexto los regímenes se tornaron en extremo totalitarios donde sólo había cabida para los poderosos y los adinerados. Los desvalidos apenas si tenían derecho a la muerte por inanición o por infecciones simples.

A las mujeres se les arrebataba los hijos recién nacidos, si estos eran considerados aptos para ser criados en las GRANJAS. Allí dentro se les insertaba de manera subcutánea unos chips mediante los cuales resultaba fácil y oportuno, identificarlos para saber qué órganos serían aptos al momento de posibles donaciones. Llegado el momento podían extraerles las corneas de los ojos, hígado, riñones, corazón, médula vertebral, cartílagos, tendones, cabello, o cualquier otra pieza que los médicos consideraran útil para sus pacientes de turno.

Afuera, la humanidad en la versión de LOS COMUNES iba deteriorándose y consumiéndose hasta casi convertirse en una especie en vías de extinción. Ello fue mermando el flujo de materia prima para los trasplantes. Entonces hubo que recurrir a la fabricación de estos elementos, de manera artificial. Se empezó a construir órganos sintéticos. Lo que una vez fuera el sistema óseo, se fue reemplazando con piezas de metal y plásticos altamente sofisticados y mucho más resistentes, Así la vida de los pocos escogidos ya no era tan frágil.

“LA INMORTALIDAD ESTA EN NUESTRAS MANOS, Y NOSOTROS LA PONEMOS A TU ALCANCE”




 (Pieza única. Año 2016. Medidas: 80 X 53 cms. Precio $.600 dólares americanos)




5 comentarios:

  1. Amigo Óscar propones un mundo apocalíptico quizás no tan lejano.
    La pirámide demográfica está variando y en muchos territorios los viejos superan a la gente joven. No sé si habrá materia prima suficiente para ofrecer productos nuevos a la gerontocracia de tu estupendo relato.

    Un abrazo

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    1. Gracias por vertir tu comentario amigo mío. Un gran abrazo.

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  2. Caballero Oscuro hermano pareces profeta no lejos de la realidad acaso ya hemos perdido nuestra humildad gracias hermano por execelente relato un fuerte abrazo.

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  3. Tanto ilustración como relato son de mis favoritos!! Que honor amigo mio! Gracias!

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