(Derechos de autor, protegidos)
Nadie sabrá que aquella noche caminamos por las paredes, el techo, y el tiempo.
Cuando estés al otro lado de la herida, querrás traer a tu memoria la deliciosa tortura de recordarme invadiendo cuanto portal hallé en ti; tu sumisión reclamando mi sudor, y mi aroma a celo.
Un enjambre de mariposas manó de nuestras bocas, degustando nuestras esencias, taladrando la oscuridad del Yo animal. Semidioses revolcándose entre lujurias ancestrales que evocan un pasado en el que los humanos procreaban huevos. No importa si la realidad es cuadrada o una elipse de ciclo continuo, la testarudez nos impuso devorar lo sensato.
-Yo te acompañaré a retomar el devenir. Ahora habito en ti, y tú, rememoras al semental de barro humedecido con saliva, llanto y flujos de ambos.
Yo creo en el amor sin restricciones en el amor total donde entregas todo Y te dejas llevar por la fantasía y las locas ideas ese que aunque termine siempre estará presente por ser único gracia amigo
ResponderEliminarCuando el amor se da sin restricciones, durará una eternidad, aunque sólo sea como un hermoso recuerdo.
EliminarMuy bueno
ResponderEliminarMuchas gracias.
Eliminar